LA CGTP Y LAS ELECCIONES
@ppchahua
La elección presidencial y congresal viene dejando en evidencia la poca capacidad del movimiento sindical de incidir en los resultados de los comicios de abril. A esto se suma, el nuevo fracaso de la izquierda partidaria. Estos hechos traerán consecuencias políticas perjudiciales para los trabajadores organizados, lo que implicará una aguda fragmentación y el debilitamiento de sus instrumentos organizativos, como la CGTP.
A diferencia de las elecciones del 20016 y 2011, en esta oportunidad la derecha política y económica tiene la oportunidad de copar todo el poder (incluso el social), algo que se da en momentos de una desaceleración económica que como ha informado ADEX, viene provocando la pérdida de casi 200 mil puestos de trabajo, a lo que se suma la consolidación de un contexto legal laboral destinado a debilitar aún más a los gremios sindicales (como el DS 013), además del bloqueo a la discusión de una Ley General del Trabajo.
Frente a ello, la poca capacidad de respuesta política de los sindicatos expresa también una aguda crisis de representación que se evidencia en la escasa convocatoria a los diversos actos de masas convocados por sus organizaciones y el corporativismo con que vienen asumiendo sus acciones, muchas veces alejadas de las luchas por el cambio social y una nueva sociedad, como reclama el sindicalismo clasista.
Ante esta realidad, millones de trabajadores y trabajadoras sin organización se enfrentan a una realidad que por razones de correlación de fuerza los someterá por completo, convirtiendo su contribución a la economía en un simple factor de compra y venta, lo que permitirá a los poderes económicos lograr la tan ansiada flexibilización laboral y el surgimiento de organizaciones que más allá de representar sus intereses laborales, servirán para amenguar cualquier intento reivindicativo, algo similar a la labor de la CTP en la primera mitad del siglo pasado.
En ese sentido, urge asumir medidas desde los sindicatos para rearticular sus acciones políticas con la finalidad de enfrentar el hostil escenario que se dará desde el 28 de julio. Algunas de ellas podrían ser:
- Pronunciamiento público sobre la posición de la CGTP en la elección presidencial para orientar a los trabajadores organizados (y a quienes no lo están, que son la mayoría) a tomar una decisión política, que más allá de lograr una victoria electoral fortalezca un mensaje de lucha y propuesta al país y un desafío a los sectores económicos interesados en profundizar la flexibilización laboral.
- Organizar una política comunicativa destinada a ingresar en el debate político y mediático antes de las elecciones, que permita cuestionar las propuestas y programas enarbolados por los diversos candidatos de derecha, que impulsan la eliminación de derechos. Esto pasaría también por organizar la Conferencia Nacional de Trabajadores (CONADET), de manera unitaria, asumiendo la CGTP el rol articulador de dicha iniciativa.
- Convocar a una movilización nacional con la finalidad de iniciar la lucha por la defensa de los derechos humanos y laborales para ejercer presión y advertencia desde las calles a los candidatos y al nuevo gobierno, sobre las acciones que realizará la central en defensa de los intereses de los trabajadores.
- Adelantar el Congreso Nacional de la CGTP con la finalidad de afirmar ante los trabajadores y la sociedad la legitimidad social que tiene la central sindical, algo que incluso siempre estuvo por encima de los partidos políticos de izquierda. Realizarlo a fines de año, implicará una inacción hasta el 2017, lo que debilitaría aún más a la confederación e impediría asumir de manera estratégica la defensa de los intereses de las familias trabajadoras.